En una montaña perdida en el cielo
se encuentra una laguna azul,
que sólo conocen aquellos que tienen
la dicha de estar en mi Clan.

Lará, larará, larará, larará.
Lará, larará, larará, larará, lará, lará.

La sed de aventuras que nunca se acaba
la roca que hay que escalar.
El río tranquilo que baja y se pierde
ya nunca lo podré olvidar.

El sol nos señala una ruta de ensueño,
el viento nos impulsa a andar.
Temblores de vivos luceros repiten
el eco de nuestro cantar.